jueves, 1 de septiembre de 2011

4 o´clock


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Plantar un árbol.
Tener un hijo.
Donar un órgano.
Leer "Nunca Más" Informe de la CONADEP (EUDEBA, 1984).


"Los traslados no se realizaban en días fijos y la angustia adquiría grados desconocidos para la mayoría de los detenidos. Se daba una rara mezcla de miedo y alivio ya que se temía y a la vez se deseaba el traslado ya que si por un lado significaba la muerte seguramente, por el otro el fin de la tortura y la angustia. Se sentía alivio por saber que todo esto se teminaba y miedo a la muerte, pero no era el miedo a cualquier muerte -ya que la mayoría la hubiera enfrentado con dignidad- sino esa muerte que era como morir sin desaparecer, o desaparecer sin morir. Una muerte en la que el que iba a morir no tenía ninguna participación:
era como morir sin luchar, como morir estando muerto o como no morir nunca.
"

(Lejago N° 2819)


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